Raquel del Rosario revela el trastorno que padece su hijo
Una situación complicada a la que se ha enfrentado con valentía y naturalidad.
«Varias de las preguntas que me enviaron eran sobre él, ya que de alguna manera siempre he dejado entrever que es un niño diferente», con estas palabras comenzaba su blog mensual en la revista ‘Elle’ Raquel del Rosario, que ha confesado sin trapujos el trastorno que padece su hijo. La que fuera vocalista del grupo El sueño de Morfeo no ha tenido reparos a la hora de revelar de qué se trata el problema de su pequeño, un niño nacido en julio del 2014 fruto del matrimonio entre la canaria y el cineasta Pedro Castro.
«Aún recuerdo el día que nos sentaron a Pedro y a mi para darnos los resultados, en medio de un ambiente dramático, con tono muy suave y unas palabras elegidas meticulosamente, nos dijeron que creían que lo mejor para Leo era entrar en el programa de niños con TEA (trastorno del espectro autista)», ha escrito la canaria tras revelar lo duro que le resultó obtener una evaluación médica que diera con la tecla de lo que verdaderamente le pasaba a su hijo. Una historia cargada de incertidumbre y ternura a partes iguales, con la que Raquel del Rosario reconoce haber aprendido cosas que jamás imaginó. «Yo, que tenía clarísimo el tipo de programa educativo que quería para él, como aplicaría todo esos conocimiento sobre educaron emocional que había aprendido en esos libros que les recomiendo a veces, las actividades que haríamos juntos… Y entonces, llega un ser diminuto a recordarme que la vida en ocasiones tiene otros planes para mi, para mi crecimiento personal (y el crecimiento de mi paciencia)», añade la cantante, que con su testimonio quiere ayudar a que este tipo de problemas sean más visibles en la sociedad.
Pese a que son muchas las personas que conocen la existencia del autismo, existe un gran vacío en lo que respecta al conocimiento sobre este trastorno. Una realidad que Raquel del Rosario ha querido plasmar en su blog, aprovechando para explicar la diversidad que existe en estos casos y de qué se trata. «Es un niño risueño, cariñoso, le encanta la naturaleza, cantar y montarse películas con sus juguetes. Puede trepar un árbol con la agilidad y precisión de un mono o hacerse un sandwich sin manchar nada en la cocina. Tiene una memoria fotográfica increíble y es estrictamente selectivo con las personas, a veces viene alguien a casa y lo ignora por completo, y otras, se acerca a una persona desconocida por la calle para saludarla, darle un abrazo o colocar la manita en su cara unos segundos», ha dicho la artista. Un testimonio cargado de emoción y verdad que está siendo muy aplaudido por todos aquellos que lo han leído. |[Leer más: El batacazo que Ana Guerra no se esperaba]